Dioses sobre nuestros cuerpos: experiencia intersexual en Chile – Invertido Ediciones

Dioses sobre nuestros cuerpos: experiencia intersexual en Chile

«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros».

(Artículo 1: Declaración universal de Derechos Humanos, firmada en 1948)

 

Si esto es así, ¿por qué a les niñes intersexuales no se les deja nacer libres e iguales que el resto? ¿Por qué se les opera sin su consentimiento, dejando terribles consecuencias a lo largo de su vida?

Somos Intersexuales Chile y nos planteamos y tratamos de entender estas preguntas diariamente, pues cada día se violan los derechos humanos de las personas intersexuales.

Intersexuales Chile es una agrupación creada en el año 2016; desde esa fecha es que luchamos por visibilizar la intersexualidad en nuestro país. Ha sido muy difícil, ya que Chile es uno de los países que oculta la intersexualidad y la hacen llamar «trastorno de desarrollo sexual», «desórdenes de diferenciación sexual» o «desórdenes de desarrollo sexual». No hay registros de cuántas personas intersexuales existen, cuántas han sido operadas, modificadas corporalmente o medicadas.

No sabemos con exactitud cuáles hospitales en este país siguen operando a niñes sin su consentimiento ni tenemos claro cuántos son ingresados al registro civil con un sexo no acorde a su cuerpo.

La intersexualidad consiste en variaciones de los cuerpos a nivel físico, genital, cromosómico, hormonal y gonadal. Existen diversas variaciones o «diagnósticos» que caen en la definición de intersexualidad; entre estas, la más conocida es la hiperplasia suprarrenal congénita. También existen el síndrome de Klinefelter, Síndrome de Mayer-Rokitansky, Síndrome Swyer o disgenecia gonadal, SIA (Síndrome de Insesibilidad a los Andrógenos) y el Síndrome de Turner, entre otros.

Al nacer un bebé intersexual, siempre nos vamos a cuestionar si es niño o niña, generalmente porque nacen con sus genitales ambiguos o con ciertas características que hacen que sea difícil definir su sexo. En este caso, los médicos deciden: aconsejan a los padres de los pequeños lo que deben hacer y, finalmente, puede terminar en una operación innecesaria y muy dolorosa por el resto de la vida del niñe.

Generalmente operan a les niñes con la excusa de «normalizar» sus cuerpos, prevenir futuros tumores o enfermedades (que serían consecuencia de sus cuerpos «no convencionales») y poder acabar con las «malformaciones» que tienen estos bebés. Todos estos términos son usados frecuentemente por médicos, asustando a las madres y diciéndoles que es la mejor solución, sin dejarlas averiguar o esperar hasta que el niñe sea adulto y pueda tener conciencia de si quiere realizar un cambio en su cuerpo o no.

Si un cuerpo no tiene características sexuales típicamente masculinas o femeninas, los médicos quieren forzar, mediante cirugías genitales o de extracción de gónadas, a que el cuerpo se ajuste a las ideas de lo que «debe» ser un hombre o una mujer. Los cuerpos de hombres y mujeres pueden tener muchas formas, las personas que nacemos con cuerpos intersexuales estamos de acuerdo en que al bebé se le asigne hombre o mujer de acuerdo con las mejores expectativas, sin que eso implique que se realicen cirugías genitales.

Vivimos en una sociedad que está acostumbrada a los términos «hombre» o «mujer», pero… ¿qué pasa si nace un bebé sin tener la claridad de lo que es?, ¿se le deja su cuerpo libremente, para que se desarrolle sin problemas? No: se le interviene, se le opera, se le hormona. Todo esto crea consecuencias a lo largo de su vida, dejando a su madre, especialmente, con graves consecuencias psicológicas por haber permitido hacer tanto daño a su bebé solo por desconocer el tema y no querer investigar.

Antes de ser llamada como tal, la intersexualidad era conocida por la población mundial por el término mitológico «hermafrodita», que se refiere a personas que nacen con «ambos sexos», pene y vagina. Hermafrodito era un ser mitológico hijos de Hermes y Afrodita. En algunos países se sigue utilizando este término, lo que la población intersexual rechaza completamente, ya que este concepto no es real y es un término que desprecia y denigra.

Sabemos que es muy poco probable que la intersexualidad provoque alguna enfermedad con graves daños. Es como el color de pelo o la altura, solo que los médicos no quieren cuerpos ambiguos en esta sociedad; quieren que todos seamos parte de cuerpos binarios, y lo que se escape de su norma debe ser «corregido».

Quieren sí o sí patologizar las condiciones intersexuales y buscar una solución a estas. Ningún cuerpo intersexual provoca dolor al niñe al nacer ni provoca daños a largo plazo. Lo que provoca el daño es la intervención a estos, creando problemas físicos y psicológicos que, en algunos casos, terminan con la vida de las personas.

Sabemos que la intersexualidad es más frecuente de lo que se cree. Se dice que un 1,7% de la población es intersexual, pero con el paso de los años nos hemos dado cuenta de que cada vez son más, ya que se hace más visible en distintos lados y se dan a conocer más casos. También está el hecho de que la intersexualidad no necesariamente se reconoce al nacer: existen muchos casos en que esta se descubre durante la adolescencia e incluso en la adultez. Por esto, saber la cifra exacta es muy difícil.

Ya no es un tema que se oculte, y en Intersexuales Chile tratamos de apoyar a las personas intersexuales. Es por esto que, de no conocer a nadie intersexual, hemos pasado a que más personas se nos acerquen a contar su historia.

En Bélgica, el 2011 se hizo el primer foro intersexual, evento en el cual se llegó a las demandas siguientes: (1) exigir el fin de las operaciones innecesarias que solo quieren normalizar los cuerpos, (2) terminar con el aborto por motivo de intersexualidad, (3) que exista y se asegure el consentimiento de las personas intersexuales para ser operados, y (4) crear un ambiente de apoyo y un espacio seguro para personas intersexuales.

En Chile se desconoce el tema de la intersexualidad; desde el Ministerio de Salud hasta los ciudadanos, nadie sabe bien lo que es. Se normaliza las operaciones sin decir jamás a los padres que su hijo es intersexual, se «corrige» sus cuerpos sin preguntar antes. Se lleva a cabo y no se le cuenta a nadie, e incluso a las personas intersexuales se les pide que no hablen con nadie de las situaciones vividas, que olviden toda situación dolorosa que vivieron. El dolor se anula, pero no se olvida.

La Constitución actual dice: «el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona» (1°), «el respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona y su familia» (4°), «la libertad de conciencia» (6°), «el derecho a la libertad personal y a la seguridad individual» (7°), «el derecho a la protección de la salud» (9°).

¿Esto se respeta con la comunidad intersexual?

El año 2015 el Ministerio de Salud emitió la circular número 18, donde se prohibió las operaciones a les niñes intersexuales. Queremos destacar el texto siguiente:

«Se instruye que se detengan los tratamientos innecesarios de “normalizacion” de niños y niñas intersex, incluyendo cirugías genitales irreversibles, hasta que tengan edad suficiente para decidir sobre sus cuerpos. Sin desmedro de los anterior, señalamos que la asignación de sexo registralmente hablando se debe realizar en función de las “mejores expectativas”. Es decir, se propone que los conductos regulares que se llevan a cabo el día de hoy para tomar la decisión sobre el sexo registral (exámenes médicos como cariotipo, análisis interdisciplinario de los casos, etc.) sigan el mismo curso, a excepción de la práctica de las intervenciones quirúrgicas descritas en el párrafo anterior».

Esta circular fue modificada el año siguiente. El año 2016 el Ministerio de Salud emitió la circular número 7 sobre los cuerpos intersexuales, permitiendo las operaciones correctivas. Entre los puntos que mencionan, existen los siguientes que quisiéramos destacar:

«Los pacientes DSD/intersex serán referidos para su atención a centros especializados que cuenten con un equipo multidisciplinario con experiencia en el manejo integral de personas con DSD. El equipo profesional especializado estará constituido, idealmente, por cirujano urólogo infantil, endocrinólogo, genetista clínico, asistente social, psicólogo, psiquiatra, radiólogo pediátrico, ginecólogo infanto-juvenil y médico experto en fertilidad. Por otra parte, el establecimiento donde se realiza esta atención especializada debe contar con apoyo de un Comité de Ética Asistencial».

Esto realmente no ocurre en Chile. No existe un centro especializado que trate a les niñes intersexuales, el equipo médico que debería conformarse no siempre lo hace, y su única finalidad es convencer a la familia del niñe de que se le aplique la operación genital, con sufrimientos físicos y psicológicos irreversibles.

«El MINSAL definirá los centros de referencia según estándares que aseguren la calidad de la atención».

Esto no es así: ni siquiera el MINSAL tiene claro lo que es la intersexualidad y no tiene una cifra de cuántos niñes nacen intersexuales en Chile.

Las violaciones a los derechos humanos de las personas intersexuales en Chile existen, y no sabemos hasta cuándo van a durar; no sabemos si algún día terminarán de mutilar los cuerpos en los hospitales, si los médicos dejarán de sentirse dioses sobre nuestros cuerpos. Lo que sí podemos hacer es ayudar a la población chilena a informarse sobre nosotros, que sepan que existimos y sufrimos gran cantidad de vejaciones, sin que nadie vele por nuestro bienestar. Quienes deberían protegernos desde el primer día de vida nos abandonan: el Gobierno, el Ministerio de Salud.

Necesitamos que ustedes les cuenten a todos que estamos presentes por todas partes, más de lo que tú crees; que no somos una orientación sexual ni una identidad de género; que podemos tener una familia, ser heterosexuales, ser gays, lesbianas, bisexuales; podemos transitar como una persona trans; podemos trabajar en lo que sea y, si no fuera por las intervenciones que ocurren en nuestros cuerpos, tendríamos una vida tan normal como la de todos. Un niñe intersexual pude tener una vida común y corriente si no pasa por un centro de salud, en el que se les obliga a ser adecuados a un género binario, con las consecuencias nombradas anteriormente.

Es obligación del Gobierno, de la Defensoría de Niñez, de los derechos humanos en Chile, proteger las vidas de les niñes intersexuales, prohibir las operaciones y la hormonizaciones innecesarias en sus cuerpos.

Este año, Intersexuales Chile fue parte de la segunda conferencia Intersex de Latinoamérica y el Caribe. En ella presentamos nuestras inquietudes, nuestras dudas, compartimos y conocimos personas intersexuales de todo Latinoamérica, logramos alianzas y lazos muy fuertes que han seguido hasta el día de hoy.

Finalmente, nos encantaría que la mentalidad de esta sociedad cambie, que la gente se informara sobre el hecho de que existimos y estamos en todos lados. Sería ideal educar a todos desde pequeños y que, al nacer un bebé intersexual, la mutilación no sea una alternativa.